Cada verano, la misma historia se repite. Los del team frío salen a defender su temporada favorita con uñas y dientes y no pierden la oportunidad de atacar a quienes disfrutan del calorcito y del buen tiempo. Obviamente no me refiero a cuando las calles parecen el mismo infierno, sino a las temperaturas propias de la época estival.
Entre los argumentos preferidos de los detractores del calor está el de que «el verano no es nada elegante». Pero seamos sinceros, ¿es realmente el verano el culpable? O quizás, y solo quizás, es que no todos tienen el don de vestir bien cuando el termómetro sube. A ver si lo que pasa es que tú no sabes hacerlo en ninguna época del año, aunque creas que sí, y ese argumento sea solo una burda excusa, amigui. ¿Qué tanto te afecta el calor si solo sales de casa para ir al trabajo o a comprar el pan? Que si no te gusta el verano y te molestamos quienes lo disfrutamos, quizá será porque eres una persona rancia, y que conste que te lo digo con todo el cariño del mundo. Pero vale ya, que si tienes que estar trabajando a pleno sol y con 40º a la sombra, lo entiendo; pero si no, relájate y déjanos disfrutar del buen tiempo.
En verano, no es que de repente se pierda el sentido del estilo; lo que ocurre es que el calor revela nuestros verdaderos talentos (o la falta de ellos) en el arte de vestir bien. Cuando el frío te permite esconderte detrás de capas de ropa, es fácil aparentar ser un maestro de la moda. Puedes disfrazar un mal día con un buen abrigo o con la bufanda adecuada. Pero en verano, cuando la tela escasea y la piel manda, es cuando realmente se ve quién sabe lo que hace y quién solo estaba ocultando su mal gusto bajo capas de lana. (Otro día hablamos de quienes se creen que por ir cubiertos con mil capas y complementos son super estilosos… Jajajajaja, NO)
Lo más divertido del verano es que no hay chaquetas ni abrigos para tapar esos desastres de moda. ¿Pensabas que eras un ícono del estilo invernal solo porque sabías combinar un par de suéteres? Bueno, siento decirte que en verano no hay lugar donde esconderse. Las capas se caen, las excusas se acaban, y lo que queda es la pura verdad… así que no le eches la culpa al sol, mejor revisa tu armario.
En verano hay muchísimas y variadas opciones para vestir bien y ser elegante. De hecho, el calor abre la puerta a colores vivos, estampados divertidos, telas frescas y combinaciones que en invierno ni se te pasarían por la cabeza. Además, te recuerdo que la elegancia depende mucho más de la persona que de la ropa en sí. Si tú tienes dificultad para lograr un look decente cuando brilla y calienta el sol, tal vez sea porque te falta creatividad… o porque eres de esas personas basiquísimas que en invierno no sale de los tonos oscuros y del mismo abrigo aburrido de siempre. Así que, antes de criticar el verano, pregúntate si no será que tu problema es que te falta estilo en cualquier época del año.
El problema no es el verano en sí, sino la gente que sigue creyendo que «menos ropa» significa «menos esfuerzo». Tal vez todo tu atuendo invernal era simplemente un truco para engañar a los demás (y a ti mismo) haciéndote pensar que tenías estilo. Pero el verano no perdona, y si te sientes perdido con tan poca ropa, no es culpa del calor… y no es que quiera señalar yo a nadie, pero dale una vueltita a tu imagen y a lo que guardas en tu armario. Revísate un poquito, anda.
P.D: para ofendidas y ofendidos y gente cortita a la que hay que aclarar todo, solo recordarles que aprendan a poner los comentarios en contexto y que no se tomen la vida tan en serio. Al final, el verano es solo una excusa más para disfrutar, relajarse y, por qué no, reírse un poco de uno mismo. Así que si te pica, ráscate… o mejor, échate un poco de protector solar y vente a la playa, que aquí hay sitio para todos, incluso para los que no tienen ni idea de cómo vestirse.