EL ARTE DE LA CORSETERÍA
Durante su visita a la isla con motivo de la Tenerife Fashion Beach Costa Adeje, así como la impartición de su curso de corsetería en la Escuela de Arte y Superior de Diseño Fernando Estévez, la diseñadora Maya Hansen y MADE NOW se reúnen para hablar de moda con mayúsculas.
Tu carrera ha sido un viaje fascinante desde tus inicios hasta convertirte en un referente en la moda de corsetería. ¿Qué te llevó a enfocarte en esta prenda tan icónica y qué significa para ti en términos de diseño?
Vengo de una familia artística y siempre me han ofrecido una libertad creativa, la sensación de sentirme apoyada. Estudié bachillerato artístico y luego la carrera de diseño de moda (graduándome con matrícula de honor); es algo que siempre tuve claro, la moda regiría mi vida. He tenido un estilo con un punto rebelde: desde mi gusto musical, el gótico, entre otros, y el estilo alternativo.
Fue en un festival de música que se hace el Alemania cada año donde hice una parada de camino a Berlín en una corsetería. Me probé por primera vez un corset y, al probármelo en mi propio cuerpo, sentí que me empoderaba, y que podía empoderar a las personas gracias a esa prenda. ¡Me fascinó! Esta experiencia me dió notas para crear diferentes piezas, desde pulseras a pequeños corpiños, prototipos que, poco a poco, fueron nutriendo mi inspiración y estilo.
Durante siete años seguidos acudí al festival donde fui absorbiendo tendencias, viendo a tantas personas en un mismo sitio, estilos, ideas y mientras, vendía mis productos en un stand, que cada año crecía cada vez más gracias al público. Fue ahí donde fui forjando Maya Hansen .
Decidí que la corsetería era el camino que quería seguir, estudié tanto los métodos clásicos como los modernos y, al mismo tiempo, fui creando mi propia colección de corsetería de firmas de lujo de todo el mundo. En la prueba encuentro lo que me gusta de cada técnica y también desecho lo que no considero útil. Así forjo mi propia identidad de marca. Me considero amante de la arquitectura textil, los tejidos pesados y las prendas con estructura. Me identifico absolutamente.
En el caso de Lady Gaga, ha sido fantástico recibir encargos en los que poder crear a partir de una idea, o por otro lado poder colaborar con influencers como Kylie Jen
Tus colecciones a menudo presentan una fusión única de materiales y técnicas, desde la alta costura hasta la tecnología 3D. ¿Cómo ves la evolución de la moda en cuanto a la integración de nuevas tecnologías y qué papel juegan en tu proceso creativo?
Hace poco que he probado la inteligencia artificial y he comprobado que, si aprendes a utilizarla y si de verdad aprendes a saber en qué te puede aportar ayuda, es un gran avance.
Es sorprendente cómo la IA entiende lo que le pides o cómo interpreta una prensa, en mi caso un Maya Hansen, y crea una imagen en cuestión de minutos. Me considero pro IA, siempre que se utilice con ética y responsabilidad, por supuesto. De igual manera, he comprobado que hay cierto control en la propiedad intelectual probando a utilizar mi propio logo, pero no lo interpreta, por eso creo que ya se piensa en los creadores a la hora de
protegerlos y eso me parece genial. Pienso que todo lo que sea avance en herramientas y técnicas que permitan expresarnos como creativos, es un acierto.
En tu experiencia, ¿qué retos has enfrentado como diseñadora en una industria que constantemente se reinventa? ¿Cómo te mantienes relevante en un entorno tan competitivo y acelerado como la moda?
¿Retos? ¡Todos! (ríe) Todos los posibles, habidos y por haber. Cuando sales de la universidad, creo que nadie te explica cómo ser empresario, y me refiero a empresario en el termino más amplio: reunirte con autoridades, negociar un precio en un taller, hablar en el extranjero… No es lo mismo hablar con un comprador de los Emiratos Árabes en la semana de la moda de París o en un festival de música alternativa, tienes que saber adaptarte muy bien al momento y al ambiente en el que te encuentras.
Por supuesto, en el terreno cultural tienes que saber muy bien donde estás. No nacemos sabiendo, tenemos que aprenderlo con la experiencia y enfrentándonos a ello cada día. Me mantengo porque es mi pasión, creo yo; puedo decir que me encanta lo que hago y es algo que me motiva, porque creo que sentir que no has trabajado ningún día de tu vida, por muy cansado o estresado que estés, es una sensación realmente increíble.
Pienso que, aunque haya una época mala, incluso teniendo problemas, puedes refugiarte en las épocas donde todo ha ido sobre ruedas, te lleva a seguir adelante en los momentos malos. Nunca hay que pensar que tienes todo hecho o que ya lo sabes todo, porque siempre habrá algo o alguien nuevo, habrá momentos en los que quizás te puedes quedar rezagado, pero todos pasamos por esos momentos. Esas sensaciones nos sitúan, es como el agua: todo se equilibra y no hay que sentir que estás por encima ni por debajo de nadie en ningún momento.
Tus colecciones siempre cuentan una historia o se inspiran en algún concepto particular. ¿Cómo es tu proceso para encontrar inspiración y transformar esas ideas en diseños concretos?
Normalmente los viajes me inspiran, cuando salgo del taller (ríe). Esta experiencia en Tenerife, por ejemplo, estoy segura de que me está sumando positivamente y pronto me surgirán ideas, suele ser así.
Cuando salgo experimento cosas y, de repente, me surge una idea. La experiencia física de salir, ver y la experimentación textil son herramientas clave, practicando ciertos sistemas, probando puntadas, pliegues, etc., eso puede hacerme general una colección, suele ser una combinación entre la idea física y una técnica, creando un mix. A veces una pieza de una colección es la que me da el comienzo de la siguiente, como una interrogación que me genera más ideas. Las personas creativas, una vez se encuentran en el túnel de la creatividad, nunca saben por dónde aparecerá la idea. Tengo mucha facilidad, afortunadamente. También depende del día, no hay que forzar; la idea vendrá cuando toque.
A lo largo de tu carrera, has presentado colecciones en plataformas tan importantes como la Mercedes-Benz Fashion Week
En mi marca fue fundamental, a raíz de trabajar en el diseño para Lady Gaga: dos meses después estaba preparando una colección para EGO, y la directora de la MBFW me llamó para decirme que había un hueco para mi en la pasarela general. Fue una sorpresa total, es como <<¡WOW!>>. Si es cierto que da un poco de vértigo y miedo, ya que significa desfilar con los “mayores”, los veteranos, y a la vez es un sentimiento de responsabilidad enorme, además de una alegría monumental.
Después se abren puertas y llegas a París, Nueva York… Y todo fluye. A nivel personal, te diría que, en su momento, me agobié bastante. Pero considero que es positivo tener ese agobio y esa sensación de responsabilidad. Luego habrá tiempo para el relax y es bueno ser consciente de donde estás porque, a lo mejor, muchos no nos damos cuenta de que competimos con grandes del mundo de la moda, ya que todo el mundo tiene su estilo, público y demás.
Por eso, cuando te ves rodeada de personas y marcas tan conocidas, tienes que sentirte como tal y estar a la altura. Es una sensación maravillosa. Algo muy importante es el saber admirar y valorar a tus compañeros por lo que cada uno aporta al mundo de la moda y tener humildad es muy importante para contrarrestar al ego.
A mi, por ejemplo, el ser madre me cambió bastante, te baja o… Mejor dicho, te nivela el ego, te pone en el lugar donde tienes que estar. En la vida nadie es más que nadie, seas lo que seas y te dediques a lo que te dediques.
Agradecimientos a la diseñadora por dedicarnos su tiempo, a los coordinadores Israel de San Secundino, Sara de la Cuesta y Tenerife Moda por contar con MADENOW.
Por Rubén González.
Imágenes extraídas de mayahansen.com